sábado, 31 de agosto de 2013

TRASTORNOS DEL SUEÑO

José Luis hasta los 20 meses aproximadamente dormía muy bien. Lo típico en su edad. Siesta, y la noche casi siempre bien.

A partir de los 20 meses esto cambió radicalmente, dejó de dormir siesta, por la noche empezó a despertarse con mucha frecuencia y le costaba conciliar el sueño.

No le dimos importancia porque según su pediatra los niños según se van haciendo mayores duermen menos.
Pero  poco a poco esto se convirtió en un problema bastante serio tanto para José Luis como para nosotros.
Empezó a no dormir más de seis horas en todo el día, se despertaba entre las dos y las cuatro de la madrugada y ya no había manera de volver a dormir.
Todo esto con 24 meses.
Había días que dormía siesta y claro ese día por la noche ya sabías que te tocaba ronda nocturna.Según fue pasando el tiempo la situación empeoró. Ya solo dormía de dos a cuatro horas.

 Estoy hablando de un niño de tres años!!!!!!!!!!!!!!!

La situación ya era insoportable para nosotros , me pasaba días enteros sin dormir porque no podía, cuando Adrián dormía José Luis estaba despierto y viceversa.

A mí nunca se me había pasado por la cabeza el medicarle. Cuando fui a la consulta de la psiquiatra y me informó de la posibilidad de medicarle me dio pavor solo de pensar en ello.
Me sentía culpable ,como si no fuese buena madre
Me horrorizaba  pensar en ello y me negaba rotundamente.
Lógicamente esta situación fue a peor , ya no dormía nada prácticamente y esto le ocasionaba muchos más problemas de conducta. Se mostraba muy nervioso, hiperactivo, las rabietas eran continuas, en las terapias apenas se podía trabajar con él.

En casa la situación no era mejor ya que cada cinco minutos te le encontrabas gritando y dándose golpes con todo lo que encontraba a su paso.
Me dí cuenta de que esta situación tenía que cambiar, como me daba tanto miedo el medicarle empecé a darle unas gotas homeopáticas. Empezó con seis gotas media hora antes de dormir. Parecía que le tranquilizaba un poco. Desde luego esto simplemente fue un parche por que en cuestión de meses ya no le hacía ningún efecto.

Después de darle muchas vueltas a la cabeza ,consultar todas las dudas y miedos que tenía a medicar a mi hijo. Me planteé esa posibilidad.
No quería mermar la personalidad de José Luis , quería que simplemente descansara pero que no le afectara a su vida cotidiana.

Recuerdo perfectamente cuando empecé a darle la medicación, octubre del 2011. Estaba muy asustada y angustiada por que me sentía mal, no podía quitarme esa sensación, pasaron meses hasta que me dí cuenta de que era lo mejor para José Luis.
Hoy por hoy sigue con su medicación para dormir, incluso cuando está cansado y llega la hora de tomarla él mismo me la pide.
Con el paso del tiempo te das cuenta que hay cosas que se escapan de tu control y es mejor pedir ayuda.
Tengo asimilado que José Luis va  a necesitar medicación para dormir siempre pero es algo que le hace falta para su bienestar y el de toda la familia.

En cuanto a los efectos secundarios , yo en particular no he notado muchos, un poco de ansiedad por la comida , nada más, y al principio un poco de aumento de peso pero se regula solo con el tiempo.
Ahora está muy bien duerme de siete a ocho horas , se despierta muy contento.

Hay muchas madres que nos negamos a medicar a nuestros hijos y yo no soy partidaria de la medicación, creo que hay muchas maneras de trabajar con nuestros hijos sin necesidad de utilizar ciertos medicamentos.
Pero si llegado el caso es algo que no se puede evitar por los motivos que sean, informaros antes de los posibles efectos secundarios por que es nuestros hijos no son conejillos de indias.



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