sábado, 16 de noviembre de 2013

COMPRAR EN EL SUPER

Para José Luis ir a un centro comercial es una tortura, si hay gente se agobia , si hay ruido se agobia, si hay que esperar para pagar se agobia...... y así un larga lista.

Es  estresante tener que ir a comprar con él, muy estresante. Procuramos ir a comprar al mismo supermercado ya que si vamos a varios no lo aguanta.

Siempre vamos a primera hora para que no esté lleno de gente. Hasta hace poco le podíamos sentar en el carro del super pero ya como que no entra.

Cuando llegamos al super y ve todos esos estantes repleto de cosas, tan brillantes y que le llaman la atención le noto que empieza a ponerse nervioso, comienza a saltar más rápido , sus aleteos son tan seguidos que parece que va a despegar en cualquier momento.

Según va pasando el tiempo le noto más tenso. Pero aún puedo controlarle.
En cuanto ve que llevamos en el carro algo que le gusta , empieza a gritar y a agredirse.
En muchísimas ocasiones he tenido que salir antes de terminar la compra por que es imposible hacerse con él.

Seguro que pensáis "que lo escondan para que no lo vea", pero os aseguro que no es tan sencillo.

Cuando llegamos a la caja y le toca esperar tampoco lo aguanta por que el tiempo de espera para José Luis no existe.

Todo esto es bastante complicado porque es algo tan  sencillo y cotidiano de la vida de cualquier familia y sin embargo para nosotros es todo un mundo.

Hoy por hoy seguimos trabajando con José Luis para que poco a poco vaya entendiendo los tiempos de espera. Y que no se puede coger todo lo que ve.

De momento llevo siempre conmigo el picto de espera y aunque se enfade le insisto que hay que esperar, no siempre funciona pero no hay que darse por vencido.
También le dejo explorar por sí mismo ,estando siempre alerta para que no le pase nada ni se extravíe.

Me he dado cuenta que en muchas ocasiones he sido yo misma la que he agobiado a José Luis por no permitirle que tocara o cogiera algo y hoy echando la vista atrás sé que no hubiera pasado nada por haberle dejado.

Está claro que no somos perfectos y que de nuestros propios errores aprendemos.

Ahora lo que hacemos es que le damos las cosas para que las meta en el carro y que él mismo empuje el carro por el super.
También procuramos que cuando cogemos las cosas que más le gustan las llevamos Adrián y yo en otro carro.

Y ya cuando toca ir a la caja......puuuufffffff..... Sinceramente es algo que aún estamos trabajando con ello.
Hay días que aunque protesta conseguimos que aguante y otros me tengo que ir al coche con él.

Aprovechamos para trabajar el tiempo de espera, cantamos canciones, jugamos a las palmas, al cucú-tras, etc.

Si colabora y consigue esperar hasta que terminamos de pagar y guardar la compra tenemos un premio.
Pero no solo José Luis , no, todos porque es agotador ir a comprar con él.

Seguro que mucha gente se preguntará , ¿ Porqué no se queda en casa y se ahorran todo este lío?

La respuesta es muy sencilla, José Luis se tiene que preparar para la vida y todo lo que esto conlleva, no podemos meterle en una burbuja. Desde luego que lo más fácil y cómodo para todos sería que mientras papá o mamá se queda en casa con él el otro vaya a comprar pero sinceramente esto no es la solución al problema.

Esto es algo que aún tengo pendiente pero no me voy a dar por vencida y tengo todo el tiempo del mundo para ir trabajando con José Luis.

Estoy convencida de que llegará el día que podamos ir al cualquier centro comercial sin enfados , ni rabietas por tiempo de espera.....



                                         




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